jueves, 22 de diciembre de 2011

Héroes y Villanos

Dicen que la del Valladolid somos una afición difícil, fría, que no anima, que vamos pocos al campo y que no se crea calor en la grada. Quizá en parte sea verdad, pero en otra mucha parte no; más bien yo creo que somos una afición fácil, es muy simple lo que pedimos y lo que queremos. Lo único que pedimos es gente implicada, que luche, que dé todo en el campo, y si luego resulta que salen bien las cosas, mucho mejor.

Voy a todo esto porque como aficionados que somos, tenemos sentimientos y por eso vamos al fútbol, y por eso unos jugadores nos gustan y otros no, y por eso cambiamos tantas veces de opinión y por eso somos capaces de estar despotricando en contra de un jugador casi un partido entero, y si es el que mete el gol de la victoria en el minuto 89 gritar a los cuatro vientos "¡ya te lo decía yo, Fulano es el mejor, qué bueno es!"

Somos capaces de pasar de idolatrar a un delantero que un año mete veintinueve goles a pedir su cambio y decir que una ración de el banquillo no le vendría mal, cuando a mitad de la primera parte hace un reverso imposible inventándose una jugada de gol y volver a decir que es el mejor, y durante el mismo partido ver de nuevo su "pasotismo" y volver a cargar contra él. Sí, así somos los aficionados, y lo mejor aún, es que no queremos dejar de ser así.

Los jugadores lo saben y son los únicos que pueden cambiar su estatus de héroe o villano sólo con un poquito de interés. No hay más que ver qué jugadores son siempre los más aplaudidos. Sin ir más lejos en el partido contra en Mini Barça, aparte del entrenador rival, se llevaron las mejores ovaciones Marc Valiente, que estuvo perfecto al corte y en especial en una jugada en el área que si llega medio segundo más tarde se lleva por delante al delantero contrario; otro que se llevo nuestros aplausos fue Balenciaga, al que reconocemos todo su esfuerzo y se le empieza a llamar "la roca" porque es un "tío duro".

El que sabe mucho de cómo dar la vuelta a una situación dura es Óscar, que pasó de ser el esperado, a ser el que ni está ni se le espera, y a día de hoy a no entender una alineación sin su concurso. Su partido de ayer fue vivo ejemplo del fútbol que lleva consigo. La cantidad de balones que abrió a la banda (Jofre que estuvo realmente bien al menos le debería pagar una cena por los pases al pie y al hueco que le puso, lo mismo que Sisi), siempre se ofreció al compañero y aunque falló una ocasión clara de gol lo enmendó enseguida "¡Para qué le daría yo la camiseta el día que me retiré!", habrá pensado Eusebio.

Y otro que está en esa transición de villano a héroe es Víctor Pérez, que aún nos tiene que dar más, pero que si al principio le criticaba toda la grada cada día son más los que le ven como un jugador que llevara aquí toda la vida. Junto a Nafti contra los Rafinha y compañía se tuvo que multiplicar, pero nunca perdió su sitio y en la segunda parte (la primera de todo el equipo fue un tanto errática) estuvo mandando y diciendo "aquí estoy yo".

Tres puntos más antes de navidades y estamos en la lucha, que es la palabra clave "luchar, luchar, luchar..." y sumar para que cuando falten diez partidos (como decía Mendilíbar) estemos con posibilidades. Ahí tendremos ya el equipo formado al completo y si somos casi imbatibles por esas fechas quitaremos el 'casi'.

Felices Navidades a todos nuestros héroes, al equipo y a nosotros los aficionados, que nos lo merecemos. El año que viene estaremos ahí con nuestro aliento siguiendo de nuevo al equipo. ¡Feliz Navidad a todos!



Todo menos el gol


Era un partido distinto a los demás, incluso el horario lo hacía distinto. Ya no nos acordamos de cuándo jugamos el último domingo por la tarde. Es cierto, es casi tarde-noche pero domingo al fin y al cabo. A eso le añadimos que es un rival de postín, como les gusta decir en la radio es un partido de primera. Este año el Dépor es como el Betis del año pasado, el rival a batir.

Salió nuestro equipo con ganas pero como expectante, igual que estábamos en la grada. Expectantes de ver qué podían hacer los Valerón, Guardado, Aranzubía y compañía contra nuestro Pucela ¿Quién va a llevarse el gato al agua? Nosotros estamos fuertes en casa. De momento sólo han volado tres puntos de aquí y cada día se nos ve más acoplados y cada vez la comunión entre los socios y el equipo es mayor. Cada vez se oye menos runrún en la grada cada vez que la tiene algún jugador en el que todos estamos pensando. Ahora somos todos uno y buscamos el mismo objetivo.

Casi dos mil aficionados del Dépor que se hacen notar con sus cánticos de ánimo pero nosotros no nos quedamos a la zaga y respondemos. Parece que todo va bien y los gritos de las aficiones van todas encaminadas a animar y no a meterse con el contrario, bueno, hasta casi del final de la primera parte cuando los de La Coruña (o A Coruña como se dice ahora) corean un ¡ea, ea, ea, Pucela me la pxxx! Y claro, los nuestros que no se amedrentan responden con un ¡Pxxx, Pxxx la Coruña! Salvando este pequeño momento, dos aficiones con ganas de que su equipo gane y viendo un partido de fútbol en el que sólo jugó un equipo.

Lo pusimos todo, las ganas, el juego, la rapidez, las ocasiones y sólo nos faltó el gol ¿nos faltó? Más bien nos lo faltaron, ¡vaya juez de línea! Que se compre unas gafas porque el centro de Nauzet fue perfecto y el remate de Javi Guerra, pffff, qué remate. Si es que lo tuvimos todo para ganar, pero no quiso entrar el balón y unas veces por Aranzubía ¡qué paradón al remate de Nafti!, otra el larguero cuando Sisi estaba solo y el gol anulado además de otras ocasiones… en fin. Ya les buscaremos en Riazor en la segunda vuelta y si seguimos así ganaremos.

Al final no hizo tanto frío como nos esperábamos pero el resultado sí resultó ser un poco un jarro de agua fría sobre todo porque merecimos más. Fuimos mejores, tuvimos más oportunidades y sólo nos faltó el gol. Nos hemos demostrado que podemos con cualquiera y la semana que viene a ganar al Hércules. La Segunda está muy apretada y nosotros tenemos que seguir adelante. Vamos a ganar en Alicante que ya nos va tocando ganar fuera. Ayer un partido de primera y el año que viene todos los partidos de primera. Vamos Pucela que este año vamos a subir

martes, 29 de noviembre de 2011

A pierna cambiada

La verdad es que no sé si la expresión "a pierna cambiada" es muy correcta lingüísticamente hablando, pero lo que sí es cierto, es que últimamente nos estamos hartando (en el buen sentido de la palabra) de ver, escuchar y leer en los medios de comunicación vallisoletanos dicha expresión.


En nuestra ciudad la ha puesto de moda Djukic y no precisamente por decirla, sino por practicarla. El porqué, él lo sabrá y no seré yo quien ponga en tela de juicio si es correcto o no. Todos sabemos que en Zorrilla somos unos diez mil entrenadores, o más... y todos tenemos nuestro equipo inicial tipo o nuestro planteamiento táctico con el que no perderíamos jamás un partido, pero quien decide es el entrenador, y visto lo visto, está decidiendo muy bien, al menos de momento. Está practicando partido sí y otro también jugar los partidos con algunos futbolistas en contra de lo que sería banda natural según lo que estamos acostumbrados.

Por Valladolid ya han pasado unos cuantos futbolistas que han jugado "a pierna cambiada" y muy bien por cierto. ¿Quién no se acuerda de las galopadas de El Galgo Juan Carlos que siendo diestro jugaba como lateral zurdo, llegaba hasta la línea de fondo, recortaba y centraba de maravilla? Llevar muchos años siendo abonado a veces me lleva a confundir jugadores y fechas, así que por miedo a equivocarme no diré si fue antes o después que Pepe Lemos tuvo que reconvertirse porque la derecha era propiedad de Javier Cuaresma, que por cierto metió poquitos goles con la camisola blanquivioleta, pero jamás se me olvidará el que metió en el Bernabéu con su pierna "mala" después de hacer una "diagonal perfecta". Siguiendo con la defensa también hemos visto en alguna ocasión cumpliendo con creces a Marcos por la derecha.

Y si avanzamos un poco hacia adelante, no hace tanto teníamos unas bandas que causaban terror cada vez que se cambiaban y los defensas no sabían por dónde venían, una vez Fernando Sales por aquí, otra vez por allá, ahora Luis García, y los laterales se volvían locos. ¿Y cuando Benjamín Zarandona ha jugado por la zurda que creo ha sido, mmm, casi siempre? Y para rizar el rizo ya no nos acordamos cuando se lesionó Peternaç (lo de se lesionó es un eufemismo porque el "gran" Roberto Carlos le partió la pierna, pero ese es otro libro) y tuvo que jugar Fernando Sánchez Cipitria varios partidos como delantero centro.

Y dejo para el final porque no se merece menos Don Vicente Cantatore (quizá el mejor entrenador que hayamos tenido nunca), que es cierto, no le puso "a pierna cambiada" pero sí a "manos cambiadas" a Óscar Wirth, aquel portero chileno que se fichó para quitar el puesto a Fenoy y no pudo con él, y que llevaba camisetas que parecía la abeja Maya. No sé si jugaría más partidos como titular, pero puestos a cambiar de posición a jugadores le sacó, no recuerdo bien si en uno o en dos partidos, al portero como defensa central. Ahí queda eso.

En definitiva, que el jugador bueno con un entrenador bueno puede jugar en cualquier sitio, y si no lo queremos creer ahí tenemos a Sisi que este año está que se sale por la banda izquierda, o Balenciaga que está cubriendo más que perfectamente su banda, o Rueda que quitando algún despiste al principio está fenomenal en su puesto. Ah, y se me olvidaba, otro entrenador reciente que hemos tenido ha sido el descubridor de Javi Baraja en el centro del campo que ya ha pasado por el lateral derecho y central, ah, y también fue el que sacó al portero José Molina como lateral zurdo con la selección española ¿verdad Javi? Por cierto, qué pena que no esté Edú Manga en el equipo íbamos a ver "rabonas" todos los partidos por cientos...